Actividades en casa electrónica 3º B 27 de Abril al 01 de Mayo 2020
ESCUELA SECUNDARIA TÉCNICA 67 “JOSÉ MARÍA LUIS MORA”
ACTIVIDADES EN CASA
CICLO ESCOLAR 2019-2020
SEMANA DEL 27 DE ABRIL AL 01 DE MAYO DE 2020
ELECTRONICA III
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Tercer grado
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Plan de trabajo: tecnología electrónica comunicación y sistemas de
control
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Bloque IV. Evaluación de los sistemas tecnológicos
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Propósito: Elaborar planes de intervención en los procesos técnicos,
tomando en cuenta los costos socioeconómicos y naturales en relación con los
beneficios.
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Aprendizaje esperado: Identifican las características y componentes
de los sistemas tecnológicos.
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La equidad social en el acceso a las técnicas
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Fecha
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Actividad
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Producto
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Firma de padre o tutor
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27/04/2020
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El alumnado dará respuesta a las siguientes preguntas ¿Qué es la
eficacia? ¿Qué es la eficiencia? ¿Qué es evaluar?
Menciona las diferencias entre fiabilidad y factibilidad. Elaborará
un mapa conceptual en el que relaciones las ideas más significativas del tema
que acabas de leer.
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Contestar las preguntas sobre eficiencia
y eficacia. Diseñar un cuadro de doble entrada para establecer las
diferencias de los conceptos. Investigar en un diccionario o en Internet los
conceptos y comparar ambas ideas. Realizar por escrito una interpretación de
los mismos.
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Consultar documento anexo 1
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28/04/2020
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El alumnado realizará las actividades anexo 2
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Evaluar la eficacia y eficiencia (evaluación interna) de los procesos
y productos técnicos elaborados en el énfasis a lo largo de los anteriores
bloques, y proponer alternativas para mejorarlos.
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Realizar la actividad anexo 2
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29/04/2020
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El alumnado realizará las actividades anexo 3
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Proponer alternativas de solución a los problemas detectados en los
objetos y procesos técnicos elaborados en el laboratorio de tecnología de electrónica
y sistemas de control. Diseñar cambios, mejoras e innovaciones.
Rediseñar.
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Realizar actividades anexo 3
Anexo 1
Evaluación interna
y externa de los sistemas tecnológicos
Antes de fabricar un producto o de ofrecer un servicio,
las empresas e instituciones necesitan conocer si dicho producto o proyecto es
viable, si los recursos materiales y técnicos con que disponen les darán
ganancias y si los resultados obtenidos respecto a las metas empresariales, los
efectos sociales y la afectación del ambiente son los esperados.
Para evaluar el proyecto, y para apoyar la toma de
decisiones, la empresa o institución requiere de información sobre los procesos
técnicos, el trabajo de las personas, la participación social y el uso
de residuos.
Hoy en día, evaluar los sistemas tecnológicos incluye,
además de calcular todo lo relacionado
con los productos, la evaluación de las personas
involucradas, los resultados esperados,
los posibles errores, los alcances que se tendrán dentro
de la empresa en la comunidad y el impacto que tendrán los recursos naturales;
de esta manera se pueden prever costos, consecuencias y tomar las mejores
acciones y decisiones en cada etapa del proceso productivo, desde la obtención
de materias primas, el diseño del producto, la producción, la distribución,
la venta y la mercadotecnia, hasta la eliminación de
residuos.
Dependiendo de los autores y las fuentes consultadas, se
puede encontrar que existen muchas formas de hacer la evaluación, pero cada una
de ellas cubre objetivos que determinan los resultados o las metas que se
quieren conseguir, tanto al final de un proyecto, como en cada una de sus
etapas. Miranda (2001) planea cuatro formas diferentes y a la vez
complementarias:
• Evaluación privada o financiera. Cuando la asignación
de recursos depende del beneficio que obtienen las organizaciones.
• Evaluación económica de proyectos. Cuando se busca
asignar los recursos de la mejor forma posible, pero tomando en cuenta los
efectos que se tienen en la economía (producción, ahorro,
consumo, inversión, entre otras). Este tipo de evaluación
se centra en la eficiencia y los beneficios económicos.
• Evaluación social. Cuando se toman en cuenta los
efectos del proyecto en la equidad y la distribución de riqueza en la sociedad.
• Evaluación ambiental. Cuando se determinan los efectos
que el proyecto tendrá en el ambiente.
Otra forma de diferenciar la evaluación es tomando en
cuenta la dimensión que afecta, así se tiene:
• Evaluación interna. Califica las cualidades de
estructura y función del sistema técnico, haciendo referencia a la eficacia, la
eficiencia, la factibilidad y la fiabilidad. Se refiere al costo-beneficio que
se obtendrá.
• Evaluación externa. Evalúa las características y
factores relacionados con las personas que usan el sistema, con la sociedad y
el ambiente, siendo condicionantes para el desarrollo o adopción del sistema
técnico. Analicemos más a fondo lo anterior: Cuando se habla de evaluación
interna de un sistema tecnológico, se toman en cuenta los siguientes criterios:
• Eficacia: se refiere a la comparación de los objetivos
con los resultados para ver las diferencias entre lo que se hizo y lo que
estaba planeado; de esta manera se determina el logro alcanzado y se establece
la capacidad que se tiene de alcanzar los fines. Si un proyecto tiene mal
definido su objetivo, será difícil estimar este criterio; por ejemplo, si se
establece que el objetivo de un proyecto de turismo es mejorar los servicios
turísticos de la comunidad, dado que el objetivo no es específico, medible,
realista y limitado en tiempo, la eficacia no puede determinarse; por el
contrario, si se establece que se desea aumentar el hospedaje hotelero en un
20% mediante un mejor servicio de los empleados turísticos, y en una lapso de
un año, es un objetivo que puede determinar la eficacia.
• Factibilidad o viabilidad: es la medida que nos permite
saber qué tan posible es que un proyecto se lleve a cabo. Para poder determinar
la factibilidad deben establecerse diversos criterios, como la existencia y
disponibilidad de materias primas, el costo total del producto y su existencia
en el mercado.
La evaluación de factibilidad incluye la evaluación técnica
(tecnología a usar, aspectos legales, estructura de la organización), la
evaluación ambiental, la evaluación financiera (ventas y gastos), y la
evaluación social (cobertura de población, impacto económico), de tal forma que
si cada una de ellas da resultados positivos el proyecto es factible. Por
ejemplo, para determinar si es factible llevar a cabo un proyecto para elaborar
cofres de madera artesanales, éste debe evaluarse
financiera, social, ambiental y técnicamente, pero si se determina
que la obtención de madera es complicada y el precio muy alto, el proyecto
podría no ser factible.
• Fiabilidad: nos indica qué tan confiable es un sistema,
es decir, en qué periodo de tiempo cumple con su función de forma eficiente
bajo condiciones específicas. Para determinar la fiabilidad de un sistema es
necesario establecer las condiciones normales de operación, el tiempo en que
opera y el tipo de fallas que puede presentar.
La fiabilidad también puede determinarse a partir de las
propiedades de los elementos que componen un proyecto y la forma en que
interactúan, o bien a partir de observaciones realizadas en productos
prototipo. Una fiabilidad alta redundará en un menor mantenimiento del producto
pero requerirá inversiones superiores, mientras que una fiabilidad menor
necesitará de un mayor mantenimiento pero de menos inversión inicial.
La fiabilidad de los sistemas se expresa de forma
indirecta a través del periodo de garantía (el tiempo mínimo de fallo), casos
de accidentes y condiciones de uso, así como con el cumplimiento de normas y
leyes de seguridad específicas.
• Eficiencia: es el cálculo de los esfuerzos que se
requieren para alcanzar los objetivos, tomando en cuenta los costos, tiempos y
materiales necesarios para lograr producir con calidad y con el menor costo posible.
Por ejemplo, en un proyecto de elaboración de alimentos deben tomarse en
cuenta, además de los costos de materias primas, tiempo y personas, los costos
de almacenamiento, empaque, distribución y tiempos de entrega, entre otros. En
este caso, se es eficiente cuando logra ofrecerse un alimento de calidad, en un
buen tiempo y al menor costo.
Elabora un mapa conceptual en el que relaciones las ideas
más significativas del tema.
Anexo 2
1.- Lee con atención el siguiente texto; después contesta
las preguntas.
“A principios de 2001, McDonalds abrió su primer “McCafe” en
la ciudad de Chicago. Sus utilidades rebasaron sus objetivos; sin embargo, los
consumidores indicaban que el servicio era muy malo y que los restaurantes
dejaban mucho que desear.”
• De acuerdo con el texto anterior ¿consideras que McDonalds
es eficiente? ¿Por qué?
• ¿Piensas que McDonalds es eficaz? ¿Por qué?
• ¿Crees que el producto que introdujo McDonalds es fiable?
¿Por qué?
• ¿Consideras que este producto es viable? ¿Por qué?
2.- Investiga un caso similar de un producto o servicio que
esté relacionado con la electrónica y explícalo.
3.- Lee con atención el instructivo de uso de un
electrodoméstico que tengas en casa y describe las características que determinan
su fiabilidad.
Evaluación interna
Para que comprendas mejor de qué se trata la evaluación interna
y externa observa la tabla que se muestra a continuación y sigue las
indicaciones que se presentan adelante
¿Para qué crees que sirve evaluar los
aspectos internos de un producto tecnológico?
Anexo
3
Elige un electrodoméstico de tu
casa para evaluarlo interna y externamente. Contesta las preguntas.
• ¿Por qué se considera un
producto eficaz?
• ¿Por qué crees que es un
producto eficiente?
• ¿Consideras que es un producto
fiable? ¿Por qué?
Consulta en la página de la
Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) (https://www.gob.mx/profeco/documentos/grandes-electrodomesticos-lavadoras?state=published)
el estudio de calidad del electrodoméstico ahí). Identifica el procedimiento
que se utilizó para la evaluación de dicho producto y escribe una reflexión
sobre el proceso de control de calidad por el que debe pasar cualquier
producto.
Grandes electrodomésticos: lavadoras
“Los problemas
son como una lavadora, nos tuercen, nos dan vueltas, nos exprimen, pero al
final salimos más limpios, más brillantes y mucho mejor de como estábamos”.
Dicho Popular
Autor
Procuraduría Federal del Consumidor
Fecha de publicación
02 de mayo de 2018
Ya sea en épocas
anteriores o en pleno siglo XXI, lavar a mano sigue requiriendo de una gran
cantidad de tiempo y recursos. El tener que mojar, enjabonar, tallar, enjuagar,
exprimir, sacudir y tender son arduas tareas que hay que realizar por la simple
y cotidiana razón de gozar de ropa limpia. Teniendo en mente que hay
muchas cosas por hacer y poco tiempo disponible, bien vale la pena apoyarnos en
un tercero que lo haga por nosotros y así sacar provecho a nuestro día, este
apoyo es la lavadora.
Si estás pensado
en cambiarla por una más moderna o vas a adquirir por primera
vez alguna, en esta Brújula de Compra te decimos los
precios a los que se comercializan en el mercado y la mejor opción para tu
bolsillo.
Lavemos algo de
historia
Uno de los
aparatos electrodomésticos más revolucionarios, ha sido la lavadora, pues
desde su invención, llegó para cambiar radicalmente la vida en el hogar.
Durante años, la ropa se lavaba sobre rocas a la orilla de los ríos,
en posturas muy poco cómodas. Con el tiempo se fueron buscando métodos más
sencillos que facilitaran esta tarea. Aunque a finales del siglo XVIII se
inventaron una serie de dispositivos destinados al lavado de la ropa, hay
evidencia de la existencia de un aparato de estos desde 1691, en
Inglaterra.
La evolución de
este artefacto ha sido un proceso gradual y prolongado en el tiempo para llegar
a la actual lavadora. En sus inicios estaba conformada por un
recipiente de madera y una manivela. No obstante, ya para el
siglo XIX contaba con un tambor giratorio, con lo que se pretendía imitar el
movimiento que las manos humanas realizan al lavar la ropa. En 1904
salió a la venta la primera lavadora eléctrica y hasta 1958 la
primera lavadora automática. Hoy en día su tecnología sigue evolucionando.
Tipos de
lavadoras
El mundo de los
electrodomésticos se divide en dos grupos: 1) enseres mayores, y
2) enseres menores. Los primeros son aparatos que por su gran tamaño y
peso, por lo regular, se dejan en un mismo espacio, pues es complicado
desplazarlos de un lugar a otro, mientras los segundos, por ser más pequeños,
se pueden mover sin mayor problema cuando se desee. A continuación te mostramos
algunos ejemplos:
Las lavadoras
pertenecen a la categoría de enseres mayores o aparatos de línea blanca.
Se consideran un electrodoméstico, debido no sólo a que su principal fuente de
energía para funcionar es la electricidad, sino también porque es una máquina
utilizada en el hogar. En el mercado existe una amplia gama de ellas de
diferentes tipos y mecanismos de lavado. Además, pueden tener sistema
automatizado o no y una o dos tinas.
Se comercializan
prácticamente dos tipos, las de eje vertical y las de eje horizontal, las
primeras se caracterizan porque la ropa se introduce en el contenedor por la
parte superior, mientras en las segundas su carga se realiza por la parte
frontal. A su vez, éstas se clasifican en manuales, semiautomáticas y
automáticas.
En cuanto
al sistema de lavado, se distinguen principalmente los siguientes:
Agitador. Tubo
con aletas o dispositivo que se mueve sobre su propio eje con un movimiento
alternativo circular (cíclico o reversible), generando corrientes de aire para
remover las manchas.
Impulsor.
Dispositivo en forma de disco ubicado en la parte inferior, generalmente. Gira
alrededor de su propio eje con movimientos continuos o alternos, generando
fuertes corrientes de agua, maximizando el cuidado de la ropa.
Infusor. Empuja
la ropa con sutileza en el agua, con un movimiento de arco inverso, para una
limpieza suave y completa.
Tambor. La
acción del lavado de la ropa se produce por la rotación del tambor sobre su
mismo eje, con movimientos alternativos en ambos sentidos o en uno sólo.
Gasto de energía
Uno de los
aparatos que gastan mayor cantidad de energía eléctrica son las
máquinas para lavar, su consumo no sólo está en función del tipo de aparato
(manual, semiautomática o automática), sino también por su capacidad de ropa,
características, funciones, marca y modelo.
Las lavadoras
automáticas por la clase de funciones que realizan consumen más energía que las
manuales y las semiautomáticas. Por ejemplo, las manuales con
agitador, gastan entre 29 y 94 Kilo Watts hora/año (KWh/año), una
cantidad menor que las semiautomáticas, pues requieren para trabajar entre
34 y 144 (KWh/año).
Todas las
lavadoras que se comercializan en el país deben llevar una etiqueta
(amarilla) de “Eficiencia Energética”, lo que permite comparar el rendimiento
entre productos similares y seleccionar los más eficientes.
Ahorrar energía,
no sólo permite reducir el costo del recibo de luz, sino que ayuda a preservar
los recursos naturales del planeta, lo que implica menor deforestación y
reducción de emisiones contaminantes al medio ambiente.
¿Cuánto cuestan?
En la
actualidad se venden una gran variedad de modelos de lavadoras de diferentes
tipos y capacidades, con funciones de exprimido, secado, control de consumo
de agua, sistema de ahorro de luz y de detergente con más o menos ciclos de
lavado, entre otros atributos. El precio de estos grandes
electrodomésticos, no sólo está en función de sus características y
bondades, sino también de la marca, modelo y lugar de compra.
Con la intención
de mostrarte su valor en el mercado, Profeco recopiló información del
13 al 19 de abril del 2018, a través del programa Quién es Quién
en los Precios. A continuación te presentamos un comparativo de
14 lavadoras con capacidad de carga de ropa de 15 a 22 kg. Los
modelos seleccionados fueron aquellos que registraron el precio más bajo y
el más alto, según su tamaño de carga.
De acuerdo con
la información recopilada, en los distintos puntos de venta, estos
aparatos se ofrecen entre $2,978 y $29,767. La variación más alta
de precios, se observó en los aparatos con capacidad para 20 kg,
pues la lavadora Koblenz / LRK-2000 es $25,832 más económica que la Samsung /
WF 20 H5700 AP, esta diferencia tan grande, se debe principalmente a que no
cuenta con sistema de centrifugado, entre otras características y atributos.
Como se puede
observar en la tabla, la diferencia de precios entre un mismo tamaño es
muy alta, por lo que te recomendamos realices una evaluación de tus
requerimientos. Por ejemplo, las que no cuentan con sistema de centrifugado y/o secado son
mucho más económicas. También toma en cuenta, que a mayor capacidad de carga de
ropa se encarece su adquisición.
Ahora
bien, una vez seleccionado el tipo de lavadora que requieres, es
importante comparar precios entre los distintos establecimientos, pues de un
lugar a otro el precio se puede elevar considerablemente. Para mostrarte esto,
seleccionamos seis modelos con capacidad para 19 kg de ropa. La diferencia de
precios va desde 11 hasta 86%, lo que equivale a realizar un desembolso
adicional de hasta $6,429, como se aprecia en el siguiente cuadro.
En esta Brújula
de compra te presentamos sólo una selección. Sin embargo, en nuestro
sitio en internet en la sección de Quién es
Quién en los Precios, puedes encontrar otros modelos de estos
aparatos para 49 ciudades del país.
A continuación
te damos algunos tips para un mejor uso de tu lavadora, así como algunas
recomendaciones de compra, para cuando requieras cambiar o adquirir por primera
vez un aparato de este tipo.
Recomendaciones:
De uso
Si adquiriste un
equipo nuevo, es importante que leas el manual del usuario antes de
conectarlo o utilizarlo.
Para su buen
funcionamiento, emplea el tipo y la cantidad de detergente recomendada por
el fabricante. En caso de no contar con esta información, de preferencia elije
los bajos en espuma, pues el exceso de ésta hace que el motor, trabaje más de
lo necesario.
Procura cargar
el máximo de ropa permisible, pues si pones menos gastarás agua y electricidad
de más, y si pones prendas de más, quedarán mal lavadas y se corre el riesgo de
forzar el motor.
Al terminar de
lavar, enjuaga los diferentes depósitos (cloro, enjuague, etc.), así como
el interior y el exterior del aparato, pues los residuos pueden dañar
prematuramente los materiales.
Cerciórate que
el equipo se encuentre correctamente nivelado, para que la vibración del
aparato no la mueva y pueda dañar los soportes, la conexión eléctrica y la
salida de agua.
Evita conectar
varios aparatos en un mismo enchufe, se puede sobrecargar la instalación y
provocar un problema mayor.
Ante cualquier
fallo, evita tratar de repararlo por ti mismo(a), acude a los centros
autorizados por los fabricantes.
Toma en cuenta
que el uso de agua caliente degrada los resortes y telas elásticas,
restándole vida útil a las prendas.
Cuando no la
utilices desconéctala desde la clavija.
De compra
Para saber de
qué capacidad te conviene más adquirirla, calcula la cantidad de ropa que
lavarás regularmente, según el número de integrantes de tu familia. Toma en
cuenta que mientras la capacidad del artefacto sea mayor, el consumo de
energía, agua y en algunos casos de gas, aumenta considerablemente.
Revisa la
etiqueta amarilla de “Eficiencia Energética” y compárala con
otras lavadoras, de esta manera sabrás cuánto gasta de luz cada una. Elige la
que más te convenga y se adapte a tus necesidades.
Cerciórate de
que te den el certificado de garantía sellado por la tienda en donde
hiciste la compra y conserva el comprobante de pago, de preferencia sácale una
copia o una fotografía, pues en algunos casos la información se borra del papel
con el tiempo.
Revisa que los
instructivos vengan claramente explicados en español.
Compara precios en
diferentes establecimientos. Para que no pagues de más por un mismo producto,
puedes consultar nuestra herramienta Quién es
Quién en los Precios, en el sitio oficial de
Profeco www.profeco.gob.mx.
Así no tendrás que ir de tienda en tienda, ni pagarás de más por un mismo
producto. Recuerda, las diferencias de precios entre aparatos electrodomésticos
suelen ser elevadas, sobre todo si son grandes, como lavadoras, refrigeradores,
estufas, pantallas, etc.
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